Mi esposa además de ser una física es también una artista con gran talento. El dibujo arriba es una pequeña muestra de su sensibilidad, que hace mi corazón golpear más fuerte toda vez que lo admiro con más cuidado. Yo lo veo todas las mañanas porque el se queda en la cabecera de mi cama, pero a veces lo miro con más atención do que el habitual al coger mis gafas cuando despierto.
A mi me gusta la combinación amarillo + negro, y muchas veces es así que pongo mi ropa y es así que aparezco en el dibujo. Mi esposa y yo salimos muchas veces a caminar en el parque charquito, en nuestra adorada Cali con nuestra querida Mariposa.
Después que la bonita perrita ya se cansó (lo que no es muy difícil, debo decir), nos quedamos un rato sentados en la banquita junto a ella, esperando a que esté lista para volver a la casa (cosa que a ella nunca le gusta hacer de modo que siempre intenta irse por otro camiño). Y ni es necesário decir que siempre estamos muy felizes con la compañia del otro.
Eses son los eventos que mi esposa amada puso en el dibujo, y ahora es él que hace mis recuerdos volveren a aquellos días maravillosos que pasamos en Cali junto a nuestra hija, la adorable Mariposa.
Son durante esas miradas más largas que muchas veces las lágrimas llegan a mis ojos, por saber que debo esperar lleno de nostalgia a que ellas estén conmigo otra vez, caminando felices y cansadas por las calles de Cali bajo el sol que añade aún más calor a nuestros ya calientes corazones de pasión.
Mientras tanto, sigo mirando sus dibujos y ansiando al día en que estaremos juntos otra vez, para que también esos días sirvan de inspiración para otros dibujos, futuros testigos de nuestra felicidad.
